(una comedia de LA LENGUA TEATRO basada en textos de Aristófanes)
Un pobre hombre deambula por las calles de Atenas. Está solo y asustado. Parece que huye de algo; evita encontrarse con la gente y rehúsa toda conversación. Se trata de Pluto, el viejo dios Dinero. El dinero no es feliz. Y, claro está, el mundo tampoco es feliz.
PORQUE EL DINERO ES CIEGO.
Ahora bien ¿qué pasaría si el bien amado Pluto pudiera ver?
Crémilo y Mirine se han propuesto acabar con todos los males de la ciudad devolviéndole la vista. La misión es sumamente peligrosa y no faltarán enemigos dispuestos a impedir su éxito , pero ambos tienen buenas razones para asumir el riesgo: Crémilo está en el paro y Mirene busca venganza. Además, hay una tonta cosita llamada amor que impulsa a los jóvenes a cometer grandes estupideces (¡!)
ANTÍBROTA: ¡Alto ahí! Si te demostramos que tienes poder ¿vendrás con nosotros?
DINERO: ¡Ja! ¡Me gustaría oír eso…! ¿Qué poderes tengo?
CRÉMILO: Eso, Antíbrota, ¿qué poderes tiene?
ANTÍBROTA: Esclavizar a las mujeres.
CRÉMILO: Cierto. Y obligarnos a trabajar.
ANTÍBROTA: Convertir en guapos a los viejos verdes.
CRÉMILO: Y en creyentes a los incrédulos.
ANTÍBROTA: Y en ciegos a los que ven.
CRÉMILO: Y en autoridades a los idiotas.
ANTÍBROTA: Y en olvidadizos a los que prometen.
CRÉMILO: Tienes el poder de cambiar las leyes.
ANTÍBROTA: O impedir que se cumplan.
CRÉMILO: Tienes el poder de provocar todas las guerras.
ANTÍBROTA: Y mantener en su puesto a los tiranos.
DINERO: (muy irritado) ¡Basta! No quiero ejercer tan nobles competencias.
He dicho.
He dicho.
ANTÍBROTA: ¡Y yo he dicho que voy a devolverte la vista!
DINERO: ¿Para qué?¿Para continuar todas esas barbaridades?
ANTÍBROTA: No, para que puedas ver bien con quién andas y los hombres
dejen de hacerlas.
dejen de hacerlas.