MIRINE: ¡Alto ahí! Si te demostramos que tienes poder ¿vendrás con nosotros?
DINERO: ¡Ja! ¡Me gustaría oír eso…! ¿Qué poderes tengo?
CRÉMILO: Eso, Antíbrota, ¿qué poderes tiene?
MIRINE: Esclavizar a las mujeres.
CRÉMILO: Cierto. Y obligarnos a trabajar.
MIRINE: Convertir en guapos a los viejos verdes.
CRÉMILO: Y en creyentes a los incrédulos.
MIRINE: Y en ciegos a los que ven.
CRÉMILO: Y en autoridades a los idiotas.
MIRINE: Y en olvidadizos a los que prometen.
CRÉMILO: Tienes el poder de cambiar las leyes.
MIRINE: O impedir que se cumplan.
CRÉMILO: Tienes el poder de provocar todas las guerras.
MIRINE: mantener en su puesto a los tiranos.
DINERO: (muy irritado) ¡Basta! No quiero ejercer tan nobles competencias.
He dicho.
He dicho.
MIRINE: ¡Y yo he dicho que voy a devolverte la vista!
DINERO: ¿Para qué?¿Para continuar todas esas barbaridades?
MIRINE: No, para que puedas ver bien con quién andas y los hombres
dejen de hacerlas.
dejen de hacerlas.